- Las palmas hacia arriba y abiertas, indican sinceridad, honestidad. Palmas hacia abajo, abiertas, significan una posición dominante y en ocasiones, poca honestidad (cuando se quiere mentir). Si cerramos la mano
y apuntamos con un dedo, suele indicar una posición dominante y algo
agresiva. En cuanto a los apretones de manos: cuando las manos están
verticales, significa igualdad. Si nuestra mano está por encima,
significa dominio, control, y si está debajo, sumisión, recato. Si se
hace con fuerza significa seguridad.
- El cruce de piernas,
al igual que los brazos, denota una actitud defensiva o de cierta
desconfianza. Si los brazos, además, sujetan la pierna, significa una
actitud cerrada, de terquedad, de inmovilismo. El cruce de piernas
estando de pie denota actitud a la defensiva, pero si las mantenemos
ligeramente abiertas denota actitud cordial, talante negociador y
abierto. Si cruzamos los tobillos la actitud intermedia entre pasar a la
defensiva (cruzar las piernas) y actitud de confianza (separar las
piernas). Lo mismo puede significar colocar el pie en una varilla de la
silla o en algún lugar semielevado (una actitud intermedia).
- Los ojos muy abiertos, denotan sorpresa, admiración, mientras que los ojos más cerrados o forzadamente cerrados denotan desconfianza, seriedad, desaprobación.
- Cuando fumamos, también se envían señales a nuestros
interlocutores. Cuando se echa el humo hacia arriba, está demostrando un alto grado de seguridad y una actitud positiva. Cuando se echa al frente denota una actitud de entendimiento, de acuerdo con nuestro interlocutor. Y cuando se echa hacia abajo, denota una actitud negativa, de rechazo. Si se golpea muchas veces el cigarrillo contra el cenicero, es signo de inseguridad, de falta de confianza. También si se enciende un cigarrillo, y se apaga muy pronto a las pocas caladas, significa un deseo de terminar la conversación.
